domingo, 21 de marzo de 2010

¿Honradez o mala oportunidad para aprovecharla?


Hoy (03-20-10) mientras llegaba con mi padre de un arduo día de trabajo, ya de regreso a casa, pasábamos por el mercado “Cooperativa Ciudad de Dios”, íbamos de prisa, un paso natural en los dos, veo a una señora con un pastel entre sus brazos y también 2 billetes de 10 nuevos soles que se le caían, no vi exactamente de que parte del cuerpo de la señora salió, no puedo deducir que del bolsillo porque las personas han adquirido nuevas escondites para sus billeteras o monederos o algún objeto de valor… pero bueno, ni bien visualicé tal dinero en el piso y aprovechando mi paso ligero ¡Tan tan, tan tan! Le di un pequeño toque en el brazo a la propietaria del “jugoso botín” y sorprendida volteo hacia a mi, ¡Señora, su dinero! Señalando hacia el piso y sin dejar de caminar, no mire hacia atrás, ni siquiera para recibir unas gracias. Mi padre mas adelante me dijo, “Porque no lo pisaste y te hacías el weon hasta que se vayan, luego lo cogías”, si, eso me dijo el muy… pero mi respuesta no fue la de una persona que acaba de realizar una acción honrada, “No tenia posibilidades, había mucha gente alrededor, sabia que no era el único que había visto lo que pasó”, solo sonrió y seguimos nuestro camino.
Pero no soy del todo bueno siempre, recuerdo una vez en Chaclacayo, estando en un mercado también, cogí el dinero de un muchacho rechoncho que también estaba en el suelo. Era la hora de almuerzo y nos dirigimos al primer puesto de comida que aun atendía, porque ya eran aproximadamente las 2:30pm, nos sentamos, y acabando yo con el plato de fondo, que por cierto estaba horrible, escuché: “(Mi nombre), actúa como si fueras a comprar algo, coge el billete y luego regresas”, entendí el plan pero lo de actuar me pareció extraño, se suponía que lo habíamos encontrado y por lo tanto era nuestro, pero seguí las instrucciones, me puse de pie, cogí tranquilamente a “Jorge Chávez” y regrese junto a mi padre diciendo, listo.
Al rato vi a un muchacho gordinflón muy inquietamente buscando algo, me lo imagine todo inmediatamente y mire a José, “A veces hay que aprovechar las oportunidades, esta era una oportunidad”. Mientras observaba al niño me sentía un ladrón, un manilargo, un ratero, salimos de allí y trate de no pensar en eso, al poco rato lo comprendí, una oportunidad, eso era, solo una oportunidad que tenia que aprovechar.
No me considero honrado, eso no significa que sea todo lo contrario, solo sé cuando “atacar”.

Zuzu

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